Ha estado toda la noche lloviendo, y como de costumbre yo no me he enterado de nada… ¡Qué bueno es estar tan hecho polvo y dormir como un bebé cada noche!
Anoche me puse el despertador a las 7 de la mañana para levantarme un poco antes, ya que hoy tocaba subir la Cruz de Ferro (y bajarla, pero eso es más fácil), y quería ir con tiempo de sobras por si acaso.
Pues bien, resulta que me despierto a las 7 y cuando miro alrededor apenas quedan 2 o 3 personas más en la habitación.
«Joer, cómo madruga la gente aquí, ¿no?»
Empiezo a hacer las alforjas en el ritual de cada mañana, recogiendo mis cosas desperdigadas por la litera, cuando veo que entran dos mujeres, supongo que del albergue, y empiezan a recoger fundas de colchón, cosas que hay en el suelo y demás. Una se acerca hacia mí:
– ¿Te quedas un día más aquí?
– Eh… Pues no… Yo sigo
– Pues date prisa, que a las ocho ya no puede quedar nadie
¡Hostias! ¿a las ocho? Fallo mío no haber mirado el horario antes. Acostumbrado a tener que abandonar el castillo a las nueve, no había previsto esto para hoy.
Sigo recogiendo las cosas, ahora con un poco más de prisa, y acabo de dejarlo todo listo cuando son las ocho menos dos segundos… Y me echan.
Menos mal que se puede estar en lo que es el bar/comedor de la entrada, y decido pedir un café con leche y un par de magdalenas para encarrilar un poco el inicio del día.
Mientras me tomo el desayuno tranquilamente en la barra, entra un hombre buscando su guía del Camino, que dice que se la debe haber olvidado en el albergue y ahora no la encuentra. Nadie ha visto nada, pero le ayudamos a buscarla… Sin éxito.
Al rato entra una mujer con su hija. No recuerdo si eran alemanas, holandesas o qué, pero el tema es que la mujer entra bastante nerviosa diciendo que le han robado la riñonera en el albergue. Se ve que ahí llevaba toda la documentación, el dinero, el móvil… Vamos, todo. La mujer de la barra intenta preguntarle cosas para acotar un poco más la búsqueda (no sé, como mínimo de qué color es… ¿no?), pero la otra no escucha mucho mientras da vueltas y grita que se la han robado aquí, que esto no puede ser y que tal y cual. Al final se va llorando desesperada mientras se queda su hija en el patio del albergue. Ésta, que parece que está un poco más calmada, le pregunta a la hospitalera si podría dejarle la llave de la habitación para volver arriba y mirar si se ha olvidado la riñonera ahí. La hospitalera accede gustosamente…
…y como ya te harás imaginado, sí, ahí estaba, debajo de la cama. La hija se va con la riñonera dando las gracias, y la madre no vuelve a aparecer por ahí…
En fin, ya me estoy acabando el café y veo como salen los dos bicigrinos que venían de Asturias. Salgo yo al rato y justo fuera del albergue me encuentro con un grupillo de 4 bikers más, con los que charlo un rato. Resulta que son de Castelldefels y están haciendo el Camino desde Roncesvalles. Salimos juntos de Rabanal del Camino y vamos subiendo poco a poco por la carretera LE-142 en dirección a la Cruz de Ferro.
La Cruz de Ferro, Cruz do Ferro, Cruz de Fierro, Cruz de Hierro (…o como quieras llamarla) es el punto más alto del Camino de Santiago Francés. Se encuentra a unos 1500 metros sobre el nivel del mar, entre Foncebadón y Manjarín. Además, una vez la coronas, te esperan unos 15 kilómetros y 900 metros de bajada… ¡Nada mal!
En fin, que voy subiendo poco a poco, tras el grupo de Castelldefels, con la calma. Paso a uno, pillo al segundo (más bien penúltimo), y con la respiración entrecortada me da un poco de charla. Va un poco pillado y prefiere ir hablando para no pensar en lo que le queda de subida. Desde Rabanal habrá aproximadamente unos 7km con 350m de desnivel hasta el alto. Tampoco es mucho, pero sales “a balón parado”, con las piernas frías y el desayuno todavía en la boca del estómago, lo que complica el ascenso.
Voy subiendo tranquilamente con Joan (que así se llama el tío). Resulta que es policía local en Begues. No suele ir mucho en bici, pero lo han liado los dos maquinotes que van por delante. El primero de todos vuelve para abajo a buscar al último. Parece ser que ya ha llegado a la Cruz y ha vuelto para no enfriarse esperando…
Vamos subiendo con la calma, con el molinillo metido, y a unos 8 o 9 kilómetros por hora. Tardamos unos 50 minutos en coronar el alto. Joan agradece que le haya acompañado porque sino hubiese parado o subido un trozo andando, que se ve que le falta bastante entreno, tanto físico como de coco.
Una vez arriba aprovecho que está el grupillo para que me haga unas fotos (no todo van a ser selfies) y hacerles unas a ellos. Tampoco hay tanta gente arriba como esperaba; preparando el Camino en casa leí que este punto suele estar bastante masificado y hay que pedir turno como en la pescadería, pero nada más lejos de la realidad.
Aprovecho para dejar la piedra que recogí en Martorell (puedes leerlo en la etapa 1 de mi Camino) en el montón que hay al pie de la Cruz. Ya me he liberado de mis pecados, ya no soy un pecador de la pradera.
Estando arriba veo cómo llegan los asturianos. Se ve que han subido por pista, son de esos ciclistas super puristas. Ya son ganas de complicarse, pero bueno, ¡cada uno con su estilo! Yo si me tengo que complicar, prefiero que sea bajando. Quieras o no, mover el yunque de bici de 30kg se hace mejor cuesta abajo que cargándola en subida.
En fin, que viendo lo puristas que son, y lo mucho que lo recomiendan, decido hacer la bajada por tierra, por el sendero por el que van los caminantes. De hecho Alfonso, un colega ciclista que tengo, también me recomendó días atrás hacer esta bajada por el sendero, que se supone que es disfrutón. ¡Pues allá que voy!
Me despido de los de Castelldefels y empiezo a pedalear por el sendero. Al contrario de lo que esperaba, no empieza bajando, sino con un llaneo-subida en el que no paro de avisar y pedir paso, esquivando peregrinos a pie. El terreno está bastante suelto y seco, con piedras y losetas en todo el recorrido. Paso el pueblo (si se le puede llamar así) de Manjarín, con su albergue templario random.
Alejándome ya de la Cruz el camino empieza a despejarse (y también a ensancharse), y puedo disfrutar de unas maravillosas vistas. Veo la carretera un poco más abajo, y por ella veo cómo bajan los 4 de Castelldefels como cuatro flechas. ¿He hecho bien en pillar el camino?
Me hago un par de fotos, unos caminantes me hacen un par más, y sigo para (ahora sí) encarar la bajada.
La bajada sigue la misma tónica que el llaneo anterior, seca, suelta, y con bastante piedra. Ya no es un sendero, cosa que se agradece para adelantar, sino que es una especie de pista estrechita; para entendernos, es de una anchura por la que pasaría un quad, pero poco más. Voy bajando pero entre la gente que tengo que esquivar, y que me he hecho una imagen equivocada de esta bajada (me esperaba más, la verdad), a la que llego al Acebo de San Miguel decido pillar la carretera. Estos seis kilómetros y pico de bajada han estado bien, pero tampoco es nada del otro mundo. Si te gusta el rollo purista, o quieres complicarte un poco bajando porque eres senderero/trialero, entonces está bien, pero si tampoco disfrutas demasiado de estas cosas, te recomiendo la carretera.
En El Acebo veo a los 4 de Castelldefels sentados en un bar tomando algo, así como las bicis de los asturianos por ahí. Yo paso de largo porque está todo muy lleno de gente y tampoco me apetece nada ahora mismo…
Lo siguientes 10 kilómetros por carretera hasta Molinaseca los hice rapidísimo, en unos 15~20 minutos ya estaba abajo. Se baja muy rápido y fácil (entre 40 y 50 km/h, ahí es nada!), y con la carretera desierta y el paisaje igual de chulo, casi que disfruté más el asfalto que la senda.
En Molinaseca no paré, así que salí del pueblo en ligera subida, para luego ir pisteando fácilmente por un sube-baja hasta Ponferrada. Cuidado al entrar en Ponferrada, pues subes desde el río y tienes una rampa corta pero dura, con un 12% de pendiente.
Ponferrada está chulo, se ve muy apañado el sitio. Sello la credencial en la oficina de turismo y me voy al centro a echar unas fotos. Los 4 de Castelldefels me alcanzan en la plaza y me dicen que se van a desayunar algo (¡¿otra vez?!). Tras ellos viene Carlo, que también está de turisteo. Me echa unas fotillos y me dice que él sigue, que si le acompaño. Yo amablemente declino la oferta y es que voy a comer algo a una churrería que me recomendaron.
Llego a la susodicha (Churrería Alba) y me tomo un chocolate con churros (2,75€) que me sabe a gloria. Mientras tomo el solecito en la terraza planifico un poco la etapa de hoy. Quiero quedarme cerca de O Cebreiro para afrontarlo mañana con las piernas frescas, pero no tengo muy claro dónde voy a dormir.
En fin, retomo la marcha, que tampoco me quiero entretener demasiado por si acaso. La salida de Ponferrada es por carretera, para luego desviarse por caminos secundarios asfaltados y vías de servicio.
Poco antes de llegar a Camponaraya me pillan los de Castelldefels de nuevo. Les pregunto hasta dónde tienen pensado ir hoy, por si quieren que vayamos juntos un rato, pero la respuesta es entre vaga y evasiva, por lo que entiendo que no quieren que vayamos juntos. Se nota que van a su rollo y no quieren a nadie más en su grupo. Al llegar a Camponaraya, que era justo el siguiente pueblo, se paran en el primer bar que ven (esta gente no gana para bares) y yo sigo mi camino. En Camponaraya lleno los bidones en una fuente y sigo las indicaciones de las flechas amarillas por caminos asfaltados hasta Cacabelos.
A medio camino entre Camponaraya y Cacabelos me llama una señora desde la puerta de una iglesia. Pensando que necesita algo, me paro. Me pregunta si quiero sellar la credencial y ver la iglesia.
“Ehm… bueno, por qué no…”
Sello, y la mujer me hace un tour por la pequeña iglesia, que si estas pinturas nosequé, que si esto y lo otro… Y que la asociación de vecinos la estamos restaurando y patatín patatán… Y me planta una hucha en la cara.
– ¿Quieres colaborar para restaurar la iglesia?
– Verá, es que no llevo monedas encima… (verdad).
– Bueno, no pasa nada, si tienes un billete de 5€ también sirve.
¡Nos ha jodío! Si quiere le dejo la tarjeta de crédito en la hucha…
– No, es que no llevo efectivo… (mentira, pero no iba a darle 10€, que era lo más pequeño que llevaba). Pero tengo algo mejor, nos hacemos una foto y yo hablo de su iglesia en mi blog para que la gente la visite y la podáis restaurar.
Mientras la señora todavía procesaba mi elegante quiebro, más bonito que un regate de Ronaldinho en sus tiempos mozos, yo echo la foto y me largo.
– ¡Buen Camino! ¡Escribiré sobre su iglesia en internet!
Y nada, así lo he hecho. Señora de la iglesia, ahora la conocen todos los lectores de PedalMore. Espero que le gustara mi driblaje, así como estas fantásticas líneas.
Bueno, a lo que iba, llego a Cacabelos poco antes de las dos del mediodía, y el calor empieza a apretar. Aquí me acuerdo de un consejo que me dio Jesús dos días atrás, y es hacer el tramo de Cacabelos a Villafranca del Bierzo por carretera. ¿Por qué? Pues porque el tramo de Camino va paralelo a la carretera pero no para de subir y bajar entre viñedos con un terreno complicado, y acabas quemando más cartuchos de la cuenta para al final ver el mismo paisaje y llegar al mismo sitio. Y yo que no soy tan purista como los asturianos decido seguir su consejo, que él lleva unos cuantos Caminos encima ya…
En media horita aproximadamente recorro los ocho kilómetros que separan estos dos pueblos, y busco un sitio para comer en Villafranca. Tiro de mi amigo Google Maps para buscar un bareto con buenas valoraciones y acabo en el Bar “El Casino”. Exacto, Casino, no Camino. Al llegar veo unos barriles de Estrella Galicia, lo cual me anima a quedarme.
Mientras dejo la bici en un sitio que no moleste, me ve Carlo y me saluda. Él ya está comiendo en la terraza, y me invita a unirme. Me siento con él y me pido un bocata de lomo con queso acompañado de una 1906 bien fresquita (6,50€).
Comemos juntos mientras comentamos los últimos kilómetros. Se ve que él ha ido por el Camino, y se estaba cagando en todo lo cagable. Parece que el consejo de Jesús ha sido bueno y me he librado de un trozo pestosillo. ¡Bien!
Acabamos de comer sobre las tres de la tarde, y decidimos reemprender la marcha. A la salida de Villafranca del Bierzo nos hacemos una foto con una señal que indica 200km a Santiago. ¡Eso es nada! Ya está casi hecho.
Vamos pedaleando por la antigua N-VI, a tramos por la carretera ancha, a tramos por carretera rural en las entradas y salidas de los pueblos. En cualquier caso, cero tráfico. Todos pasan por la autovía, que se puede ver más arriba. A Carlo se le antoja un RedBull, pero no hay una sola tienda de camino. Yo tengo anotado que hay una en Vega de Valcarce, y que ahí hay que comprar y llenar los bidones antes de afrontar O Cebreiro.
Finalmente al llegar a Vega de Valcarce decidimos quedarnos en el albergue municipal del pueblo. Tengo anotado que los siguientes pueblos ya son más pequeños, y aquí hay un “ultramarinos” donde se puede comprar algo.
Al llegar al albergue (en subida, cómo no) veo que hay una bici fuera que me suena. Es la de Alberto, el tipo de Cantabria con el que fui desde León a Rabanal. Se me hace raro encontrarlo aquí, ya que se suponía que el tío iba ese día hasta Ponferrada, y de Ponferrada a Vega de Valcarce apenas hay 40 kilómetros…
Al final resulta que siguió para adelante bien envalentonado, pero en Foncebadón (justo el siguiente pueblo, a 5km) explotó y no pudo seguir más.
Y tú dirás “¡pero si de Foncebadón a la Cruz de Ferro sólo hay 5 kilómetros más y luego es todo bajada!”, y así es, pero se ve que vino el tío del mazo; le pegó tal pajarón que tuvo que quedarse ahí porque no podía dar ni una pedalada más. De hecho me contaba que hoy se ha encontrado mal durante todo el día, con el estómago revuelto, los músculos débiles, dolores y calambres… Menudo crack, qué manera de exprimirse. Eso si es una buena penitencia.
En fin, que me quedo en el albergue (5€), creo que el más justito en todo mi camino. También el más barato, claro. Sólo tiene retrete para hombres y otro para mujeres, así como una ducha común para todo el albergue. El somier de las camas son unas varillas de obra soldadas al metal de la estructura de la litera, y los “colchones” son las típicas colchonetas finas de gimnasia. Ah, y los enchufes brillan por su escasez. Pero oye, es barato, y tiene una cocina semi-exterior bien maja en el segundo piso. Lo que me hace menos gracia es que la bici hay que dejarla atada en la calle, en la barandilla que hay delante del albergue. Pero bueno, no creo que pase nada en este pueblo. Además al lado de la mía irán atadas las de Carlo y Alberto…
Tras la rutina de cada día de poner el saco, ducharme, lavar la ropa y demás, me acerco al ultramarinos a comprar algunas cosillas. Al final salgo con 2 Estrella Galicia, unos espaguetis, salsa boloñesa, y unas galletas de chocolate. Todo por 5,50€.
Desde el ultramarinos veo una señal que indica una “playa fluvial”, así que me acerco a echar un vistazo. No es más que un trocito de césped al lado del río, pero se ve chulo. Hay un grupillo de gente por ahí, al que me uno. Se ve que empezaron todos juntos en Roncesvalles, y desde entonces han ido coincidiendo. Hay unos koreanos, un par de alemanes, un danés que está un poco colgao, así como otros personajes variopintos bebiendo vino barato de tetrabrik.
Yo enfrío mi cervecita en el río y aprovecho para meter las patas y que esa agua helada me haga recuperarme antes.
Cuando ya no me noto los pies me vuelvo al albergue a preparar mi cena y escribir las notas del día. Hay gente que duerme desde hace horas, y otros que se quedan fuera charlando y bebiendo hasta bien pasadas las diez de la noche. La sensación general es de alegría y de que “ya no falta nada”, pese a que queden doscientos kilometrazos bien buenos.
Mañana empezará el día con la subida a O Cebreiro, a ver si consigo descansar algo en esta colchoneta sobre las varillas de obra…
–
Datos de la etapa:
Distancia: 76km
Desnivel: +993m
Tiempo en movimiento: 5h27min
Tiempo total: 7h58min
Dinero gastado: 22,75€ (3€ del desayuno en Rabanal del Camino, 2,75€ del chocolate con churros en Ponferrada, 6,50€ de la comida en Villafranca del Bierzo, 5,50€ en los ultramarinos de Vega de Valcarce, y 5€ del albergue)
Lugares donde dormir en esta etapa:
Foncebadón: Albergue Monte Irago – c/Real – 695452950 – 9€ / Albergue Domus Dei – c/Real – La voluntad / Albergue Posada del Druida – c/Real – 7€
Manjarín: Creo que puedes dormir en el albergue templario, pero no sé más.
El Acebo: Albergue la casa del peregrino – Ctra.Compludo – 987057793 – 10€ – piscina / Albergue parroquial Apóstol Santiago – c/Iglesia – La voluntad / Albergue Mesón el Acebo – c/Real, 16 – 987695074 – 11€
Riego de Ambrós: Albergue mpal. – c/Real – 669413491 – 5€
Molinaseca: Albergue Sta.Marina – Av.Manuel Fraga – 987453077 – 7€ / Albergue San Roque – 987453077 – 5€ / Albergue Compostela – c/Iglesia, 39 – 987453057 – 11€
Ponferrada: Albergue parroquial San Nicolas de Flue – c/de la Loma – 987413381 – La voluntad / Albergue peregrinos Alea – c/Teleno, 33 – 987404133 – 10€ / Albergue Guiana-Hostel – Av.Castillo 112 – 987409327 – 12€
Camponaraya: Albergue Medina – Av.Camino Santiago, 87 – 987463962 – 667348551 – 10€ / Albergue Naraya – Av.Galicia, 506 – 987459159 – 667610412 – 9€
Cacabelos: Albergue Santuario de la Quinta Angustia – Pza.Santuario – 987547167 – 5€ / Albergue la Gallega – c/Sta.Maria, 23 – 987549476 – 680917109 – 10€ / Albergue el Molino – c/Sta.Maria, 10 – 987546979 – 9€
Pieros: Albergue el Serbal y la Luna – c/el Pozo, 15 – 639888924 – 987546044 – 5€
Villafranca del Bierzo: Albergue Leo – c/Ribadeo, 10 – 987542658 – 10€ / Albergue de la piedra – c/Espíritu Santo, 14 – 987540260 – 8€ / Albergue de peregrinos mpal. – c/Campo de la Gallina – 987542356 – 6€ / Albergue el Castillo – c/Castillo, 8 – 987540344 – 10€ / Albergue Ave Fénix – c/Santiago, 10 – 987542655 – 5€
Pereje: Albergue mpal. de Pereje – c/Camino Santiago – 987540138 – 987542670 – 6€
Trabadelo: Albergue parroquial – c/Iglesia – 630628130 – 5€ / Albergue camino y leyenda – 628921776 – 987566446 – 10€ / Albergue mpal. – 647635831 – 6€ / Albergue Casa Susi – c/Camino Santiago – 683278778 – 5€
La Portela de Valcarce: Hostal Albergue el Peregrino – c/Camino Santiago – 987543197 – 10€
Ambasmestas: Albergue casa del pescador – c/Carretera Antigua – 603515868 – 10€ / Albergue das Animas – c/Campo Bajo, 3 – 987543077 – 9€ / Rincón del Apóstol – c/Nacional VI – 987543099 – 15€
Vega de Valcarce: Albergue el Paso – c/Nacional VI, 6 – 628104309 – 10€ / Albergue la Magdalena – c/Nacional VI, 57 – 695258364 – 987543230 – 9€ / Albergue mpal. – c/Pandelo – 987543159 – 5€
–
Continúa tu lectura sobre el Camino de Santiago en bici con la etapa anterior, la etapa siguiente, o la ficha del viaje.
Yo debo ser de «los puristas» ya que subí y bajé la Cruz de Ferro por la pista y la verdad que la disfruté tanto la subida como la bajada; bien es cierto que para quien no esté acostumbrado al BTT y quiera llegar antes a Ponferrada, es mejor bajar por carretera.
Me está gustando mucho tu crónica y me está sirviendo para refrescar mi camino que acabo de hacer entre el 12 de mayo y el 27 de mayo de 2019 desde Barcelona hasta Santiago (con 1 día de turismo en Zaragoza).
Yo donde más sufrí, fue en las 3 etapas del Ebro con viento enorme de frente que en algunos casos no me permitía pasar de los 10 km/hora.
Muchas gracias por tus palabras, Enrique! Espero que tuvieras un muy buen Camino.
Es cierto lo del Ebro, si has leído las crónicas anteriores verás que en Alcanadre pensaba que me moría… jajaja.
Y sobre la Cruz de Ferro, lo bueno es que hay alternativas para elegir! En ese momento no me convenció la pista, me pareció un esfuerzo extra que no estaba dispuesto a hacer. Había mucha gente ahora en mayo? Me alegra que lo disfrutaras 🙂
Excelente diario. Lo tomaré como diario de cabecera pues estoy pensando en hacer el camino en E-bike desde Barcelona el próximo mayo.
Siempre comentas la cocina en los albergues. Como funciona? Cada peregrino se cocina la suya ? Debe haber cola para cocinar.
Se pueden reservar con antelación los Albergues? Por aquello de reservar aquellos Albergues donde se pueda guardar la bici de los amigos de lo ajeno.
El track tuyo lo subiste a Wikiloc o Estrava?.
Muchas gracias. Serás de gran ayuda.
Hola Luis!
Muchas gracias por tu comentario, estoy encantado de que te sirva de ayuda.
En la cocina tienes los cacharros, y cada peregrino se cocina lo que le apetece. A veces sí hay cola, pero lo normal acaba siendo cocinar y comer junto con otra gente, así que no te preocupes por las colas!
Los albergues privados los puedes reservar con antelación. Con llamar al número de teléfono y decir que vas a llegar sobre X hora te suele valer.
El track está en la entrada dedicada a la Ficha del Viaje, te dejo también el enlace al Wikiloc ->AQUÍ<-
Ya verás como disfrutas muchísimo el Camino, te lo recomiendo encarecidamente!