Pues bueno, ya que os he contado lo que hay que llevar para hacer el Camino de Santiago en bici, a través de esta ficha de viaje os explicaré un poco cómo fue mi Camino de Santiago bicigrino, de manera resumida.
Desde hacía un tiempo ya me picaba el gusanillo de hacer el Camino, y me llamaba la atención hacerlo desde casa. El hecho de que el Camino Catalán pase por Martorell sumaba puntos, y es que llegar a Santiago dando pedales cuando has empezado en la puerta de casa es una sensación espectacular.
El recorrido de la ruta sigue (grosso modo) el Camino Catalán o Camino de Santiago en Catalunya hasta Pina de Ebro, donde enlaza con el Camino del Ebro, donde se sigue el río hasta llegar a Logroño, donde se toma el Camino Francés y ya no se deja hasta llegar a Santiago.
Datos generales:
Fecha: Del 28 de abril al 11 de mayo de 2018
Duración: 14 días de pedaleo
Distancia total: 1133 kilómetros
Ascenso total: 12878 metros
Tiempo total en movimiento: 78 horas 30 minutos
Equipaje:
Dos alforjas, una bolsa de manillar y una bolsita de sillín. Nada más. Puedes verlo en detalle en la entrada dedicada a la preparación del equipaje.
Etapas:
Las etapas las diseñé según la distancia a recorrer, sitios interesantes a visitar, opciones de alojamiento peregrino, y evitando en medida de lo posible quedarme en las grandes ciudades, ya que en mi opinión los pueblecillos mantienen mejor la esencia del Camino.
La planificación no fue rígida, ya que pueden pasar mil cosas y siempre hay que tener alternativas a mano. Por eso recomiendo hacer un pequeño libro de ruta donde haya varias opciones de alojamiento en los lugares por los que vas pasando en tu camino, y que puedas decidir dónde vas a quedarte en función de las fuerzas o ganas que te queden, averías, climatología, etc.
En mi caso hice dos planes: el optimista, en el que si todo salía de lujo tardaría 14 días hasta Santiago; y el conservador, donde necesitaba 16 días para llegar. Más de 16 días ya no me podía permitir porque las vacaciones no me daban para más, así que si por cualquier motivo veía que iba a tardar más de la cuenta, tenía que volverme a casa antes de pisar la Plaza del Obradoiro.
Al final todo salió bien y tardé 14 días. Las etapas no fueron las planificadas, pero donde acortaba un día podía alargar en otro y viceversa:
Etapa 1: Martorell – Cervera. 83,71km +1389m.
Etapa 2: Cervera – Fraga. 97,53km +605m.
Etapa 3: Fraga – Fuentes de Ebro. 99,61km +867m.
Etapa 4: Fuentes de Ebro – Gallur. 83,07km +426m.
Etapa 5: Gallur – Calahorra. 87,17km +389m.
Etapa 6: Calahorra – Navarrete. 75,08km +610m.
Etapa 7: Navarrete – Villafranca Montes de Oca. 77,26km +1244m.
Etapa 8: Villafranca Montes de Oca – Boadilla del Camino. 77,71km +762m.
Etapa 9: Boadilla del Camino – León. 117,78km +654m.
Etapa 10: León – Rabanal del Camino. 75,53km +763m.
Etapa 11: Rabanal del Camino – Vega de Valcarce. 76km +993m.
Etapa 12: Vega de Valcarce – Portomarín. 78,22km +1757m.
Etapa 13: Portomarín – O Pedrouzo. 73,45km +1481m.
Etapa 14: O Pedrouzo – Santiago de Compostela. 19,93km +360m.
Puedes descargar el Libro de Ruta para el Camino de Santiago en MTB en la entrada dedicada a éste.
A continuación te dejo también el widget de Wikiloc para que puedas chafardear a gusto mi recorrido:
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Penurias:
Día más largo: En cuanto a kilometraje sin duda fue el día de Boadilla del Camino a León. Partí un raíl del sillín unos kilómetros antes de llegar a Carrión de los Condes, y al ser domingo y no haber nada abierto decidí tirar hasta León para ganar kilómetros, cambiar el sillín el lunes, y poder salir algo más tarde sin perder el ritmo planificado.
Día más duro: Al contrario de lo que imaginaba viendo los perfiles de las etapas en casa, los días duros fueron por la climatología y no por los grandes kilometrajes o desniveles. Etapas relativamente sencillas se me atragantaron hasta el punto de minarme la moral por completo. Tuve muchos momentos de sufrimiento y ahora no sabría con cuál quedarme… jajaja. Comí lluvia y barro como un campeón el segundo día desde Tàrrega hasta Lleida, y por el contrario pasé un calor terrible el día 9 desde Sahagún hasta León. Sopló mucho Cierzo en contra en Monegros en la tercera etapa, y también estuvo muy presente en la etapa 6 entre Calahorra y Alcanadre, donde además pasé muchísimo frío…
Pero creo que elijo el inicio del día 6 como el que más daño hizo, porque estaba justo en el punto de inflexión entre estar animado y estar cansado. Ya venía de pequeñas “putadas” los días anteriores, y pasarlo tan mal con el frío y el viento me hundió en la miseria.
Mejor día: Al igual que en las cosas malas, todos los días tuvieron cosas buenas, alegrías más pequeñas o más grandes… Pero creo que la etapa 12 fue realmente buena. Coronar O Cebreiro y bajarlo a saco, el cambio radical de paisaje, los impresionantes caminos gallegos, el homenaje que me di comiendo en Sarria… ¡Me entran ganas de volver escribiendo estas líneas!
Problemas físicos: No estoy acostumbrado a hacer rutas de varios días así que el culo se resintió a la tercera etapa. Por suerte no fue más allá, cremita y mimos para las posaderas, y a seguir rodando.
Problemas mecánicos: Llevaba repuestos para pinchazos y no pinché ni una vez… Pero partí el eje de la rueda trasera y el raíl del sillín. ¡Seguro que intento partirlo en una salida de domingo y no lo rompo jamás!
Terreno:
Casi todo el recorrido transcurre por pistas compactas de tierra, excepto en las entradas y salidas de pueblos y ciudades donde hay que pisar el asfalto sí o sí. Algunos tramos también los hice por carreteras desiertas o con poco tráfico bien porque no hay pista alternativa, o bien porque la pista que hay da mucha vuelta. En algún caso me he metido por sendero (por la zona de Cruz de Ferro) pero siempre existe alternativa por si te cansas del mal terreno o no te ves seguro para pasar por ahí.
Valoración general:
En el momento en el que te encuentras bajo una lluvia como si estuvieses en la ducha, o cuando estás pisteando infinitamente bajo un sol de justicia, es inevitable pensar “pero qué leches hago yo aquí”. Y seguramente tú, leyendo todo esto te preguntes si realmente se disfruta o sólo se sufre, y si merece la pena o es algo sobrevalorado.
Lo que te puedo decir es que una vez llegas al destino, y sobre todo meses después, añoras el Camino. Personalmente no me ha cambiado la vida ni ha sido algo místico, pero sí ha sido una aventura donde me he superado a mí mismo, donde he conocido gente espectacular, y donde he tenido tiempo de sobras para disfrutar lo que más me gusta hacer: ir en bici.
En definitiva, que te lo recomiendo, y mucho. Y si puede ser en solitario, todavía mejor. Así que si estás dudando, espero que esta serie de entradas en el blog acaben de animarte.
Salud y pedales, y ¡Ultreia!